CONTEXTO HISTORICO SOCIAL

CONTEXTO HISTORICO SOCIAL

La década del sesenta fue una época marcada por el cambio. Las ideas revolucionarias eran lo común y sectores tradicionalmente postergados, como los jóvenes y las mujeres, adquirieron gran protagonismo. A través del arte e incluso de la moda, se cuestionaron los modelos culturales tradicionales. Los avances tecnológicos como fue la televisión. La rebeldía y el anhelo de cambios políticos, sociales y culturales son los signos de esta década, tanto en chile como en el mundo.

Mientras aumentaba la participación política y social se mantuvieron una serie de problemas que no lograban superarse: la falta de viviendas, hospitales y escuelas, y la migración de los campesinos a las ciudades en busca de empleo. Todos los partidos políticos estaban de acuerdo en la necesidad de solucionar estos problemas, pero no en el modo de hacerlo. En gran medidas estas diferencias se relacionaban con la división que entonces imperaba en el mundo entre dos bloques den países, uno capitalista, liderado por Estados Unidos, y otro socialista, liderado por la Unión Soviética.

Siguiendo estas tendencias los partidos se dividían en tres sectores que se repartían los votos por igual.
EL PROYECTO DE DERECHA estaba representado por el Partido Nacional. Interpretaba los intereses de los dueños de la tierra y de los empresarios, pero también contaba con apoyo en los grupos medios y populares. Criticaba la participación del Estado en la economía y sostenía que solo las empresas privadas serían capaces de mejorar la economía y solucionar los problemas de la gente.

EL PROYECTO DE CENTRO estuvo representado por el Partido Demócrata Cristiano que se identifica con las reformas sociales que proponía la Iglesia Católica. Representaba a sectores medios, obreros, campesinos, mujeres y empresarios. Respetaba la propiedad privada pero defendía la participación del Estado en sectores económicos clave, como la producción de cobre.

EL PROYECTO DE IZQUIERDA estaba representado principalmente por los partidos Comunistas y Socialistas que actuaban formando alianzas. Entre sus seguidores estaban los obreros industriales y mineros, los estudiantes y los profesionales de clase media. Consideraban que la causa de los problemas del país radicaba en la desigual repartición de la riqueza y que por tanto el Estado debía actuar como distribuidor controlando la mayor parte de los recursos naturales e industrias.